La calidad se paga a largo plazo. Sabemos que una buena calidad equivale a una buena satisfacción del cliente. Este conocimiento influye en todos los aspectos de nuestro trabajo, desde la elección de materiales hasta los métodos de prueba, cuando desarrollamos nuestros productos. A la hora de elegir los materiales y los componentes, a menudo seleccionamos la opción ligeramente más cara si ésta proporciona una vida más larga. Una máquina que funciona sin problemas durante mucho tiempo y que conserva un alto valor de segunda mano es más barata a largo plazo y más divertida de poseer.